06 septiembre 2015

Territorios revelados

Volver a Cali es siempre un placer, aunque nunca tengo tiempo suficiente para recorrer esa ciudad de amplias avenidas, parques y calles arboladas, que conserva una zona tradicional de calles estrechas y construcciones de barro pintadas de blanco, a la vez que una ciudad moderna que desborda con inmensos campus universitarios y deportivos.

Ahora solo pude visitar la antigua colina de San Antonio y observar la ciudad al filo de la media noche desde el mirador de Belalcázar, gracias a Fernando Calero y a su esposa, que me llevaron luego por el margen del Río Cali, limpio y agradable, un lugar de esparcimiento para los caleños. 

Esta vez, tenía varias tareas que cumplir en apenas cuatro días de estadía. Un programa completo y estimulante que me tocó desarrollar del 11 al 14 de agosto. Por una parte, fui invitado para inaugurar con una ponencia magistral el XII Encuentro de la Red de Radio Universitaria de Colombia (RRUC) y en el mismo evento facilitar un taller para directores de emisoras.

Por otra parte, la Dirección de Comunicaciones del Ministerio de Cultura de Colombia, en el marco de su Proyecto de Comunicación y Territorio, me invitó a presentar la “Comunicación, cambio social y construcción de territorio”, en el Encuentro de Comunicación y Patrimonio del Pacífico Colombiano, que se desarrolló en paralelo con el magnífico XIX Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez.

El lema escogido para el XII Encuentro de la Red de Radio Universitaria de Colombia (RRUC) fue “Paz al aire, un aire para la paz”, adecuado para una reunión que tenía como objetivo reflexionar sobre el papel que debían cumplir las emisoras universitarias de Colombia (que son 57) de cara a la posibilidad de alcanzar la paz en el país como resultado de las negociaciones que el gobierno colombiano sostiene en Cuba con representantes de la guerrilla de las FARC.

En mi conferencia de apertura, “Una paz participativa: las radios locales en procesos de cambio social” traté de expresar mi convicción de que el proceso de paz en Colombia empezó hace muchos años gracias a una sociedad civil activa y comprometida, y que no concluirá con la firma de los acuerdos políticos porque la paz se construye de manera permanente, no se instaura por decreto. Para ello use la frase de Mahatma Gandhi que ya he citado otras veces: “No hay caminos para la paz, la paz es el camino”.

XII Encuentro de la Red de Radio Universitaria de Colombia (RRUC)
La utopía de la paz es parte de la vida cotidiana de los colombianos y debería ser también esencial en el trabajo de las emisoras universitarias, a condición de que las propias universidades comprendan su papel en la sociedad.  La radio universitaria puede ser tan buena o tan mala como la propia universidad de la que depende.  Si la universidad se encierra sobre sí misma y no asume los retos que le corresponden en la construcción de la paz, difícilmente su emisora puede comportarse de maneras diferente. 

Esas y otras cosas dije para manifestar mi convicción de que las emisoras universitarias deben superar el nivel de la información, salir a la calle y trabajar más en procesos de comunicación y de generación de conocimiento. “Si las universidades siguen promoviendo una visión instrumental en sus carreras de comunicación social, ¿podemos esperar que las emisoras universitarias tengan una perspectiva más amplia de servicio a la comunidad y de acompañamiento a los procesos de comunicación para la paz?”, afirmé en el curso de la conferencia.

El pensamiento de la comunicación como articuladora de los derechos humanos en la vida cotidiana hace hincapié en la construcción de un nuevo enfoque de la comunicación como proceso, y que por lo tanto hace énfasis en los sujetos. Este enfoque propone que las sociedades aprendan a convivir con la contradicción y la provocación permanente que significa dialogar en la alteridad, y por ello afirma la posibilidad de coexistencia de puntos de vista diferentes, de historias individuales o colectivas distintas, para articular distintas identidades con la condición de que ninguna resulte perdedora en ese intercambio.

Con José Luis Valderrama, profesor en la Universidad del Valle y gestor de mi presencia en Cali, esperábamos menos personas para el taller de profundización, pero al final tuvimos una audiencia considerable, lo cual no permitió desarrollar un taller participativo como hubiera sido ideal. Sin embargo pudimos ahondar en los temas que había evocado en la conferencia magistral.

El otro evento, el Encuentro de Comunicación y Patrimonio del Pacífico Colombiano, con el subtítulo de “Territorio revelado”, tuvo un sesgo cultural muy interesante y me permitió descubrir, a la par que muchos colombianos, las expresiones artísticas e identitarias de una región poco conocida de Colombia.

Gloria Triana, antropóloga y cineasta
Fue un gusto escuchar a Gloria Triana, documentalista y antropóloga autora de 22 documentales sobre la cultura de los afrocolombianos, entre ellos el emblemático La marimba de los espíritus (1983). “Los antropólogos me criticaban y decían que lo que yo hacía no era antropología, y los cineastas decían que eso no era cine”, dijo humildemente. Y Aura Elena González habló de “recrear la vida a través de la palabra hablada y cantada” porque “la memoria colectiva no se acaba con la brújula del tiempo cuando morimos individualmente”.

No son solamente expresiones poéticas sino un discurso cultural que se construye todos los días de el arte y la cultura para luchar contra la violencia y los violentos, que atacan las producciones culturales sobre saben que en ellas está el pensamiento libre y crítico. En ese contexto se erigen propuestas innovadoras como la Corp-Oraloteca.

Encuentro de Comunicación y Patrimonio del Pacífico Colombiano
Gracias a la invitación que me hizo Angie Forero, del proyecto “Comunicación y Territorio”, fue un desafío para mi reflexionar sobre el objetivo del proyecto cuya misión esfortalecer procesos de comunicación en los territorios que contribuyan al reconocimiento de la diversidad cultural,  la apropiación del patrimonio y la construcción de paz, a través del fomento a la creación de contenidos culturales”.

En mi ponencia abordé temas de gestión cultural y comunicación como sustrato esencial de los esfuerzos por construir una noción de territorio. Puesto que los participantes en el evento eran todos creadores de música, poesía, teatro y literatura, animadores y animadoras culturales, fue muy rica la discusión sobre las experiencias concretas a través de las cuales se construye ciudadanía, territorio y conocimiento. 

“Toda acción cultural es una manifestación de diálogo en el que intervienen la memoria y los lazos de solidaridad. La defensa del territorio es también una defensa de la cultura”, concluí.

XIX Festival de Música del Pacífico "Petronio Álvarez"
Y como no todo fue trabajo, todos los participantes estuvimos esa noche en la apertura del XIX Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez, una oportunidad única de conocer la variedad de la música negra del Pacífico sur de Colombia. En esa inauguración, además, participaron los grupos ganadores de anteriores festivales, por lo que pude deleitarme con el Grupo Bahía (Cauca), Buscajá (Buenaventura), La contundencia (Chocó), y Mario Macuacé (Nariño).

Cocada de camarón con patacones
Durante el día, el enorme espacio de la Unidad Deportiva Panameric
ana destinado al festival ofrecía comida típica de la costa y artesanías de diferentes comunidades. No pude resistir la tentación de comprar un par de instrumentos musicales y de degustar una cocada de camarón que estuvo a la altura de mis expectativas. 

Desde todo punto de vista, regresar a Cali en esas condiciones fue un placer.
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La poesía nace con el exceso, la desmesura, con la búsqueda acuciada por lo vedado.

—Aimé Césaire